Las relaciones entre los vecinos en una comunidad de propietarios producen choques de convivencia. Si no se encuentra una solución adecuada para los enfrentamientos, éstos pueden derivar en grandes conflictos legales. Como empresa experta en la administración de comunidades, hemos detectado que varios de ellos se repiten en muchas propiedades.

La instalación de un ascensor es uno de los más frecuentes. La mayor parte de los vecinos de avanzada edad quieren incorporarlo, mientras que otros no lo ven necesario. El coste puede llegar a ser de unos 100.000 euros. Para su aprobación se necesitan tres quintas partes del total y si la decisión sale adelante todos tendrán que afrontar con los gastos, incluso los dueños de los bajos comerciales que no lo vayan a utilizar. Lo mismo ocurre con las antenas parabólicas comunitarias, para las que solo se necesita un 33% de los votos. Quienes no quieran utilizarla no tienen que correr con los gastos. Si en un futuro próximo se arrepienten, solo tienen que abonar la cuota para poder hacer uso de ella.

La morosidad es otro tema de conflicto. Si alguien no paga su parte del crédito la responsabilidad recaerá sobre él y no en la comunidad. En el caso de que algún vecino se retrase sistemáticamente en el pago de las cuotas, la comunidad puede iniciar una demanda por la vía judicial para el embargo de bienes. También los ruidos y las fiestas a horas intempestivas son motivo de molestia. La ley no regula a partir de qué horas se debe reducir la actividad en los hogares. Si no cesa este tipo de comportamientos, se puede convocar solo una Junta por este motivo y estudiar las acciones legales contra él.

En Comunitur somos expertos en la administración de fincas y comunidades. Ofrecemos un asesoramiento personalizado a nuestros clientes para cualquier duda a acerca del funcionamiento de una propiedad.